Bueno, creo que me sentía un poco inspirado hoy y me puse a escribir esto, espero que sea interesante, sobre todos para los que tienen poco tiempo en esta afición.



DESCARTANDO EL FACTOR SUERTE




Hace tiempo que quería escribir este pequeño artículo, dirigido más bien para aquellos que empiezan en este mundillo de la canaricultura y ahora que tenía un poco de tiempo me he decidido, espero que sea útil también para los que llevamos mucho tiempo en el.

En más de una ocasión, he visto canaricultores que ya en sus primeros años de criador, consiguen grandes resultados en las exposiciones, pero que pasadas esos inicios, dejan de obtener buenos pájaros para concursar. Esto ocurre porque no es difícil adquirir unas parejas a un buen criador (que las ha trabajado), que en un principio pueden dar buenos pájaros, pero que si no se realiza un trabajo serio con ellas, esa cepa termina perdiéndose y de esta manera, el criador se desilusionará.

Si queremos obtener buenos resultados en los concursos, tenemos que criar pájaros lo más próximos al Standard y un buen criador no puede dejar esto al “factor suerte”, aunque no cabe duda, de que en ocasiones, también este factor puede dar un campeón.

Si creemos que adquiriendo unos pájaros campeones (y más si son muy caros), obtendremos campeones, estamos en un error.

Lo primero que debemos hacer es conocer bien lo que exige el Standard de los pájaros a criar, sus virtudes y sus defectos, que es lo que sumará puntos en su planilla y que defectos se los puede restar. Ahora que lo conocemos, si podemos hacernos de unos buenos progenitores (no tienen porque ser campeones), que se aproximen lo máximo al Standard y hacer una pareja compensada, que lo que le falte a uno, lo aporte el otro. Aquí empezará nuestro trabajo, con el que no debemos tener prisa, con el que tenemos que entusiasmarnos, alegrarnos cuando lo veamos avanzar y aprender también de los fracasos que podamos tener.

Bien, ya tenemos la pareja y comienza la temporada de cría que tantos meses estábamos esperando; nacen los primeros pollos y durante la temporada conseguimos sacar un par de buenas puestas, pero cuando los pollos pasan la muda, nos damos cuenta de que no son lo que esperábamos de esa pareja tan estupenda que teníamos. ¿FRACASO?, pues no, ya que eso era solo el principio de nuestro trabajo, porque ahora comenzará la segunda parte, donde tendremos que aguardar a la siguiente temporada de cría para comenzar con la cría en “línea directa”.

Recordad, que el padre se parecía mucho al Standard; pues cogeremos a la hija (o hijas, si queremos hacerle criar más cantidad de pollos) que más se le parezca al padre y les haremos criar y haremos lo mismo con la madre y los hijos; haciendo hincapié que siempre han de ser lo más parecidos al Standard, descartando al resto de hermanos.

Ya han pasado dos temporadas desde que comenzamos nuestro trabajo y estamos esperando con ansias a la tercera temporada de cría, en la que tendremos que hacer el mismo trabajo con los nietos/as, uniéndolos una vez más a los padres ancestrales. A partir de aquí, podremos comprobar como “nuestra línea” ha mejorado bastante desde la primera temporada, si hemos sido severos en nuestras selecciones.

Si nos damos cuenta, hemos creado dos líneas, una PATERNAL y otra MATERNAL, por lo que ahora podremos cruzar pájaros entre las dos líneas (tíos/as, primos/as, sobrinos/as), pero en ningún momento tendremos que cruzar hermanos (consanguinidad).

Es muy importante llevar un registro minucioso de los cruces, para no caer en errores.

Hemos trabajado con una pareja, pero también podríamos haberlo hecho con 2, 3 o más parejas, pudiendo realizar entonces multitud de cruces.

Para aquellos que no lo han intentado nunca, deciros que la satisfacción que puedes obtener al final del trabajo, cuando llegas a un concurso y consigues un trofeo con “tu pájaro”, no es comparable en absoluto al que te puede dar el ganar muchos premios en muchos concursos, pero con pájaros que no has “trabajado” tú. El factor suerte puede llegar en cualquier momento, incluso en tu primer año de criador, pero la suerte es pasajera compañero.

BUENA CRIA

PAKOALMERIA
C.N. S-861