Estamos en unos momentos en los que muchos criadores ya tienen jovenes cantores. Por supuesto estarán separados de sus padres en jaulones de vuelo. Estos jaulones pueden ser de 1 m. o bien, el que tenga posibilidades, voladeras. Para éstas las medidas más comunes suelen ser de 1,80 de alto x 1,50 ancho x 80 de fondo. Dentro del jaulón de vuelo debemos poner 1 macho ó varios, según nuestro interés, pero yo aconsejaría 1 macho PROFESOR que tenga todas las notas y de calidad, ya que si introducimos 2 machos, quizás solo consigamos que se estén peleando, y no estén haciendo su cometido que es cantar y enseñar su dulce canto a los jóvenes. Los jovenes empezarán a hacer su "repaseo" desde el mismo momento en que son apartados a un mes, según los casos. No es necesario mantenerlo en penumbra, deberán tener algo más de luz, sin ser expuestos a plena luz del sol. Y los mantendremos en esta luz todo el verano. Cuando finalice éste podemos empezar a oscurecer el volador hasta casi llegar a una situación de semioscuridad. Podemos hacer esta penumbra con la persiana de la habitación. Por supuesto NO HAY QUE SACAR A LOS PAJAROS DEL VOLADOR hasta que estén TOTALMENTE REPLUMADOS y SU CANTO sea CON LA TONALIDAD Y DICCIÓN DE UN ADULTO. El hecho de sacar anticipadamente un pajaro del volador puede provocar que su canto sea corto y no nos valga para concursar. Si esto no quieres que te ocurra debes siempre RESPETAR esta REGLA. Una vez han sido separados en jaulitas individuales de concurso, hay que colocarlos por familias, juntos, sin separador, de manera que puedan verse y a dos dedos de distancia para que no puedan pelearse. Cuando estén en esta situación 5 días, podemos colocar el separador y con 5 días en esta situación podemos empezar a oscurecer la habitación pero debemos tener la precaución de observar que TODOS COMEN Y BEBEN en la oscuridad. Una vez iniciada ésta hay que sacarlos diariamente 20 minutos, si es posible a una plataforma que habremos construido, similar a la que nos encontraremos en los concursos, así nuestros pájaros en el momento del enjuiciamiento no encontrarán nada extraño y cantarán como lo hacen en nuestra casa.
Suerte.